El reciente anuncio de la creación del nuevo Ministerio de Seguridad Pública marca un hito importante en la historia de la seguridad en Chile. Tras 20 años de intentos fallidos por establecer una institución dedicada exclusivamente a esta área, hoy, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric da un paso decisivo para cambiar el rumbo de la seguridad en el país. Este ministerio no solo busca coordinar las fuerzas del orden, sino también implementar una estrategia integral que abarque tanto la prevención como la lucha contra la criminalidad.
Uno de los aspectos más relevantes del nuevo ministerio es su enfoque integral y especializado. Con equipos dedicados exclusivamente a la seguridad en cada región, se espera una respuesta más eficaz y adaptada a las particularidades locales. Además, su misión de coordinar un sistema de seguridad cohesionado que involucre a Carabineros, la Policía de Investigaciones y otras instituciones claves, responde a la fragmentación que ha caracterizado la gestión de la seguridad pública.
Su creación también responde a la necesidad de prevenir el delito, un aspecto fundamental que a menudo ha sido ignorado en enfoques anteriores. Esto implica un trabajo conjunto con diversas instituciones para reducir los factores de riesgo que permiten que el crimen se perpetúe.
En cuanto al impacto territorial, esta nueva institución tendrá una gestión más cercana y eficiente, con un secretario o secretaria regional ministerial de Seguridad Pública en cada región para mejorar la coordinación y la respuesta ante alteraciones del orden público. Sin duda, un paso clave que busca fortalecer el sistema de seguridad y la capacidad para coordinar esfuerzos entre el Estado y la ciudadanía.
Camila Rivera Tapia
Delegada Presidencial Regional